Hacer crecer plantas en superficies verticales puede ser algo reciente para nosotros los humanos pero la naturaleza lleva cientos de millones de años haciendo esto. Unos de los ejemplos más hermosos de jardines verticales naturales se encuentran en nuestra isla, y me refiero a la vegetación en los acantilados de los cayos de la Bahía de San Lorenzo (ubicada dentro de la Bahía de Samana) en el Parque Nacional de los Haitises. Alelí de flores blancas, palmas guano con troncos que se recuestan, doblan y parecen dar vueltas, orquídeas en el suelo y los árboles, busunuco y sus vibrantes visitantes alados, los zumbadores, bromelias enormes, helechos cuya presencia parece desafiar al mar, enredaderas y decenas de especies de plantas componen vistosos jardines que podemos apreciar en el recorrido en bote que suele usarse para visitar esta parte del parque nacional. Cuando en la naturaleza surge una nueva superficie vertical, ya sea la costa de un cayo que brotó del mar, una gran roca que estaba enterrada y queda al descubierto o un corte en la montaña, estas superficies pronto son colonizadas por plantas pioneras cuya poblaciones van creando las condiciones ambientales que permiten que luego otras especies vivan en la misma superficie. Los musgos y algas que cubren las superficies verticales se convierten en una especie suelo (sustrato) donde las raíces de plantas mayores viven. Este proceso donde plantas pioneras preparan el ambiente para otras poblaciones, es denominado por los ecólogos “Sucesión Ecológica”. Otros jardines verticales naturales son las ramas de los árboles tropicales cubiertas por plantas epifitas. Las plantas epifitas son vegetales que viven sobre otra planta sin alimentarse de esta, o sea una planta epifita no es un parásito. Entre las epifitas más conocidas se encuentran musgos, líquenes, helechos, orquídeas, bromelias y peperomias, para sólo mencionar unos cuantos nombres.
abril 12, 2022